Los precios globales del níquel han aumentado tras una ola de violencia mortal en Nueva Caledonia, un territorio francés clave en la producción de níquel en el Pacífico. La agitación ha interrumpido las cadenas de suministro de níquel, causando preocupación entre fabricantes e inversores en todo el mundo. El níquel, un material crítico para las baterías de vehículos eléctricos, monedas y blindaje, ha visto aumentar significativamente su valor. La Unión Europea ha designado al níquel como un material crítico, resaltando su importancia para la economía global. La situación en Nueva Caledonia subraya el delicado equilibrio entre la estabilidad geopolítica y los mercados de materias primas.
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