En un acuerdo histórico, las naciones del Grupo de los Siete (G7) se han comprometido a proporcionar a Ucrania un préstamo de $50 mil millones para apoyar su economía en medio del conflicto en curso con Rusia. Esta ayuda financiera estará respaldada por los ingresos generados de aproximadamente $300 mil millones en activos rusos que han sido congelados debido a sanciones. Los Estados Unidos y los países europeos han desempeñado un papel fundamental en asegurar este acuerdo, que tiene como objetivo garantizar que Rusia contribuya a las reparaciones por su invasión de Ucrania. Se espera que el paquete de préstamos sea reembolsado utilizando los intereses de los activos congelados, destacando un enfoque estratégico para aprovechar las sanciones impuestas a Rusia en beneficio de Ucrania. Esta medida ha sido recibida con amplia aprobación, ya que no solo apoya a Ucrania, sino que también responsabiliza financieramente a Rusia por la guerra.
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