Mientras el Reino Unido se prepara para unas elecciones decisivas, el Primer Ministro Rishi Sunak ha hecho un llamamiento directo a los votantes para evitar una mayoría laborista, sugiriendo que un cambio de tan solo 130,000 votos podría alterar drásticamente el resultado. Mientras tanto, el líder laborista Sir Keir Starmer está pidiendo al público cinco años para abordar los servicios públicos y la economía en dificultades del país, posicionando al Partido Laborista como una alternativa creíble. En medio de acusaciones de los Tories que etiquetan a Starmer como un 'Primer Ministro a tiempo parcial', él contraataca abogando por una sólida mayoría laborista, argumentando que facilitaría una gobernanza más efectiva y permitiría a su partido implementar los cambios necesarios.
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